Para entender mejor al perro lobo, hoy les regalamos un capítulo de nuestro libro próximo a editarse: El Perro Lobo Americano
El camino del lobo al perro doméstico
Contrariamente a la idea popular, el trabajo que se hizo sobre el lobo hasta el perro no fue para suavizar su temperamento ni dulcificarlo, sino todo lo contrario.
Necesitábamos animales más agresivos, combativos, que se enfrenten a seres humanos y a sus congéneres, cosa que el lobo nunca haría.
Necesitábamos caninos para la guerra, para el combate con otras tribus o para combatir entre ellos por diversión, incluso para combatir con otros perros que pertenecieran al enemigo o con lobos que atacan a nuestro ganado y nuestras propiedades.
El lobo es …
El lobo es naturalmente prudente en estado salvaje. Nadie cura las heridas que se produzcan, estas se infectan y el animal muere ya sea por las infecciones o simplemente de hambre al no poder cazar.
El lobo ha desarrollado durante millones de años una gran capacidad para trabajar en grupos, aún en situaciones adversas, sin perder la calma ni la cohesión. Ha evolucionado para evitar los problemas.
Popularmente se ha pensado en el lobo como un animal agresivo y descontrolado pero es todo lo contrario, es un animal con un elevado control emocional. No podría ser de otra manera porque se extinguirían, ellos tienen que tener un equilibrio nervioso perfecto al punto de tener que llevarse bien con sus compañeros de cacería aunque fracasen una y otra vez en un intento luego de varios días sin comer, porque si en esas circunstancias se alterare su carácter y comenzaran a pelear entre ellos, las posibilidades de sobrevivir serían prácticamente nulas.
Si los seres humanos lográramos alcanzar ese autocontrol, podríamos conformar equipos deportivos imbatibles.
Imaginemos por un momento un equipo de fútbol que no se altere aún cuando no les salen las jugadas, cuando los intentos de gol rebotan en los palos una y otra vez. Incluso cuando por ese fallido gol están en riesgo sus trabajos, sus salarios. Cuando corren riesgo de perder su categoría dentro de la Federación Deportiva.
Si en esas condiciones fueran capaces de mantener la calma, la disciplina y la mentalidad fría, de perdonarse errores y no culpar ni a los compañeros, ni a la naturaleza, ni a cualquier otra circunstancia externa a cada uno de ellos.
Si pudieran tomar cada fallo del otro como un paso necesario para el aprendizaje, y los fallos propios del mismo modo.
Logrando todo eso, sin duda serían un equipo imbatible, y los lobos han desarrollado esa capacidad.
Los lobos sí pueden
Los lobos son capaces de eso y mucho más. En cada intento de cacería arriesgan su propia vida, por un lado porque pueden morir de una patada o cornada, y por otro lado porque corren el riesgo de morir de hambre si los fallos se repiten.
La comida de los lobos está viva, es activa, pensante y conoce las debilidades de los lobos. Los lobos con cada intento fallido han consumido la propia energía, con lo que hay menos fuerzas y por lo tanto menos posibilidades para la siguiente ocasión.
Cuando los lobos cazan llevan varios días sin comer, y sin embargo nada debe alterar su espíritu de equipo, aunque uno de ellos cometa un error que los lleve a perder la presa.
Por lo tanto el lobo es un animal naturalmente equilibrado, porque así ha evolucionado durante millones de años, los que no lograron ese equilibrio desaparecieron, se extinguieron de la faz de la tierra. Y los clanes que circunstancialmente pierden esa condición, mueren en poco tiempo, la naturaleza se encarga de seleccionar solo a los más aptos.
El lobo tiene un natural equilibrio entre el tiempo que pasa aprendiendo, el tiempo que pasa socializando, el tiempo que pasa cazando. Nosotros los humanos necesitábamos entonces un animal desequilibrado para dedicarlo al trabajo intensivo, ya sea un perro obsesivamente pastor, un perro de guerra, un perro combativo, etcétera.
La selección canina
Los perros fueron seleccionados en su origen para utilidades prácticas, no para la compañía. Cuando algo está equilibrado no tiene movimiento, es un sistema estable, y nosotros buscábamos animales que puedan trabajar todo el día con el mínimo descanso posible. ¿Alguien podría pensar en un lobo arrastrando un trineo durante todo el día como un loco sin saber a dónde va ni para qué?.
El lobo no era útil para ninguna tarea intensiva, y las razas caninas se desarrollaron para eso, para trabajar todo el tiempo intensamente sin pedir descanso ni recompensa, por una obsesiva compulsión hacia un determinado trabajo que se especializó hasta el extremo.
Unos se vuelven locos por cobrar una presa o pelota una y mil veces. Otros por arrastrar trineos hasta caer desfallecidos e incluso hasta la muerte por paro cardiaco. O por oler todo el tiempo el suelo. Y otros por morder un trapo aunque deban trepar techos arriesgando su vida para alcanzarlo, etc.
El problema se nos presentó cuando empezamos a usar los perros como animales de compañía y no de trabajo
Cientos de miles de pastores intensivos como los border collie viven en departamentos del centro de la ciudad donde nunca ven una oveja.
Cobradores compulsivos como los Retriever, seleccionados para traer los patos cazados desde un bote, es decir haciendo un gran esfuerzo de natación en aguas heladas, pasan largas horas en departamentos acumulando deseos de trabajar y grasas, debido a su tendencia a la obesidad a la que los hemos llevado con la finalidad de tolerar durante muchas horas las aguas frías.
De modo que, es cierto que hemos hecho un gran trabajo durante 15000 años tendiente a desarrollar animales de utilidad, pero esto nada tiene que ver con un perro de compañía cuya finalidad es mantener el equilibrio emocional para transmitírselo a su compañero humano.
El lobo no es de utilidad
El lobo no es un animal útil para el pastoreo. Ni para el ataque y la defensa. Tampoco para cobrar presas. O para trabajar en otro tipo de actividades intensas, pero es un animal absolutamente equilibrado porque así evolucionó, como dijimos, durante millones de años.
Es un animal de familia, que no conoce el rencor ni el orgullo que a los humanos nos lleva a guerras con otros clanes, el lobo sabe que hay un tiempo para cazar, otro para fallar porque el fallo es la herramienta del aprendizaje, otro para explorar, otro para acicalarse y para jugar, socializar, echarse calmadamente al sol y bostezar, mirar el horizonte sin prisas ni ansiedades.
Nosotros los humanos no podremos nunca en pocos años superar a la naturaleza en su sabiduría de selección, sin importar que a veces pensemos que podemos doblegar las leyes naturales.
El lobo está allí para recordarnos, como dijo el cacique Seattle en su famosa carta al presidente de los Estados Unidos, que el humano no ha creado el tejido de la vida, sino que solo es una hebra en él.
Consideraciones finales
Como en todos los ámbitos, siempre hay personas que llevan la contra a todo y es por eso que debemos aclarar algo que, aunque es obvio, resulta cuestionable por ese tipo de personas.
Este artículo no es una teoría, sino que se basa en hechos concretos e irrefutables, estos cinco puntos son los que tratamos:
- El lobo es naturalmente prudente en estado salvaje y evita las confrontaciones (esto no requiere un estudio científico que lo avale, cualquiera que sepa algo de lobos lo puede confirmar)
- El lobo tiene un autocontrol que los humanos desearíamos tener. Puede consultarse a un buen psicólogo o revisar trabajos de Desmond Morris entre otros si se duda de este aspecto, pero está claro que es una realidad que salta a la vista como que el humano tiene dos patas y el lobo cuatro. No obstante, si se duda de ello, hay trabajos al respecto desde fines de los 60’s como The Naked Ape.
- Los perros con finalidad de compañía comenzaron a criarse hace apenas un poco más de 100 años. Antes de eso solo se criaban para utilidad y hasta había impuestos separados para los de trabajo campesino (boyeros, control de plagas) y los de trabajo para los ricos y feudales (caza, guardia). Esto no es una teoría evolutiva sino historia reciente y documentada.
- Los perros de trabajo se seleccionaron de condiciones obsesivas compulsivas para los trabajos que realizan. Ningún lobo, y ningún animal natural, perseguiría una pelota hasta tropezar con su propia lengua, ni tiraría de un trineo sin saber a donde va hasta caer muerto de cansancio, ni acosaría presas como los pastores todo el día sin otro motivo que desgastarse físicamente, porque en a naturaleza la energía no es algo sobrante que deba dilapidarse sin motivos sino todo lo contrario.
- Los lobos cazan una vez cada varios días porque no comen a diario como los humanos, los perros de trabajo lo hacen obsesivamente todos los días 16 horas por día o más.
Está claro entonces que lo que exponemos en esta nota no es una teoría sino un hecho del que nadie debería dudar, porque no hay ningún punto que sea discutible u objeto de debate.
No se trata este artículo de una versión a cerca de cómo empezó la domesticación del perro, ni dónde ni quienes. Lo que se expone aquí son otros puntos, inobjetables y evidentes, que una vez sumados y analizados, arrojan el resultado de lo que cualquiera que conoce de lobos ya sabe: el lobo no fue dulcificado y serenado para convertirse en perro sino todo lo contrario.
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Me parece extraordinario y una necesidad de volver a lo natural
Adoro a los lobos y siin saber nada de lo que acabo de leer, siempre pense que criandolo con amor, no seria peligroso. De la misma manera que cuando dicen que hay un perro muy agresivo, sostengo que detras de ese animal, hay un ser humano estupido y cobarde.